Quien no ha escuchado hablar sobre los amores a primera
vista, amores fugaces, intensos, alocados… Hablemos de amores de metro.
Muchas son las personas que utilizan el metro a diario,
existe una gran cantidad de personas que moran sus vagones, sus estaciones…
Pues bien, quien no ha encontrado alguna vez a una persona a
la que ve y dice: ‘Ese es el amor de mi vida, creo que me he enamorado’ A todos
seguramente nos haya pasado alguna vez lo de ver a una persona y pensarlo. Pero
esto afecta a todas las edades. Sin ir más
lejos a los niños de tres años…
Hoy precisamente cuando volvía a casa en el metro he tenido
la suerte de presenciar un amor fugaz de 5 estaciones entre dos niños de tres
años. Todo empezó como algo típico, los niños estaban sentados juntos, pero les
separaba un simple apoyabrazos, la niña estaba sujeta a él con una mano y el
niño disimuladamente le toco la mano con la excusa de agarrarse también a ese
mismo reposabrazos. Parecía que todo se había quedado ahí, cuando de repente el
niño le dice su nombre y le pregunta por el suyo a la niña poniéndole una
sonrisa entrecortada y vergonzosa a la vez. Mientras mi mente pensaba ‘Que
bonito todo, que monos son’. La conversación continua con un ‘Cuantos añitos
tienes´, tímida la niña intentaba poner tres dedos para indicarle que tenía
tres años y el chico le dice yo también tengo tres, mostrándole su mano. Estaba
ante una situación, súper bonita. Todo parecía un ligoteo igual que el de dos
adolescentes, pero si fuesen adolescentes se hubieran preguntado por ‘Donde vives’
y en su lugar el niño le pregunto a la niña ‘En que cole estudias’. Realmente
adorable todo. Pero llego el final de su historia, tocaba la hora de abandonar
el vagón del metro, casualmente se bajaron en la misma estación y cuando
parecía que todo el romance había acabado el niño le mandó un beso a la niña y
le hizo adiós con la mano. Es una historia muy corta, que quizás no les
interese a muchas personas, pero me apetecía relatarla, me parecía súper bonito
cuando presencié toda la historia y quizás quien sabe si cuando sean mayores
acaben juntos, se conozcan o que…. Nadie sabe lo que puede pasar, lo importante
de esta historia es volvernos a quedar con que el amor no entiende de edades.
Que todo el mundo sepa que la edad solo es un triste número, que, si existe el
amor de verdad, lucharas por él.
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